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por: https://www.caminoespírita.blogspot.com Chile – 2014
DEL LIBRO, COLECCIÓN DE ORACIONES ESPÍRITAS
por Allan Kardec
ORACIONES PARA LOS QUE YA NO ESTAN EN LA TIERRA...
Para
las Almas que Sufren y Piden Oraciones.
ORACIÓN.
Dios clemente y
misericordioso, que tu bondad se extienda sobre todos los Espíritus que se encomiendan a nuestras oraciones, y
particularmente sobre el Alma de: ...............................,
Espíritus
buenos cuya única ocupación es hacer el bien, interceded conmigo a favor del
alivio de todos ellos. Haced que resplandezca a sus ojos un rayo de esperanza,
y que la divina luz les ilumine y les
haga ver las imperfecciones que les alejan de la morada de los
bienaventurados. Abrid su corazón al arrepentimiento
y al deseo de purificarse, a fin de acelerar su adelanto. Hacedles comprender que por su esfuerzo
pueden abreviar la duración de sus pruebas.
¡Que Dios con
su bondad les dé fuerza para perseverar en sus buenas resoluciones! Que estas palabras benévolas puedan mitigar
sus penas y mostrarles que en la tierra hay seres que se compadecen de ellos y
desean su felicidad.
OTRA ORACIÓN.
Te suplicamos Señor, que
derrames las gracias de tu amor y tu misericordia sobre todos los que sufren,
sea en el espacio como Espíritus errantes, sea entre nosotros como Espíritus
encarnados. Tened compasión de nuestras debilidades. Tú nos has hecho falibles,
pero nos diste la fuerza para resistir al mal y vencerlo. Que tu misericordia
se extienda sobre todos los que no
han sido capaces de resistir sus malas
inclinaciones y aún se dejan arrastrar por malos caminos. Que vuestros buenos Espíritus los acompañen, que
tu luz resplandezca a sus ojos, y que atraídos por su calor vivificante, vengan a postrarse a tus pies, humildes,
arrepentidos y sumisos.
Te
rogamos igualmente, Padre de misericordia, por aquellos de nuestros hermanos que
no han tenido la fuerza de sobrellevar las pruebas terrenales. Tú nos diste una
carga para llevar, Señor, y nosotros
sólo debemos depositarla a tus pies, pero nuestra debilidad es grande, y el
valor nos falta algunas veces por el camino.
Ten piedad de esos servidores indolentes que han abandonado la obra antes de
tiempo, que tu justicia los perdone, y
permite que tus buenos Espíritus les
lleven alivio, consuelo y esperanza en el porvenir. La perspectiva del perdón,
fortifica el Alma, muéstrala Señor, a
los culpables que están desesperados, y sustentados por esta esperanza sacarán fuerza incluso de la
magnitud de sus faltas, y de sus padecimientos para rescatar su pasado y
prepararse a conquistar el porvenir.