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por: https://www.caminoespírita.blogspot.com Chile – 2014
DEL LIBRO, COLECCIÓN DE ORACIONES ESPÍRITAS
por Allan Kardec
ORACIONES PARA OTRO...
Para
un Niño Recién Nacido.
ORACIÓN.
(Dicha por los
padres).- Espíritu que has encarnado en
el cuerpo de nuestro hijo, bienvenido, seas entre nosotros, Dios Todopoderoso que
nos lo has enviado, bendito seas.
Este
hijo constituye un encargo, que nos ha sido confiado y del que un día
deberemos rendir cuentas. Si pertenece a
la nueva generación de Espíritus buenos que deben poblar la Tierra, ¡gracias,
Dios mío, por este favor!. Si es un Alma
imperfecta, nuestro deber es ayudarla a
progresar en el camino del bien, por nuestros consejos y buenos
ejemplos, si cae en el mal por culpa
nuestra, de ello responderemos ante ti,
porque no habremos cumplido nuestra misión respecto a él.
Señor,
ampáranos en nuestra tarea, y dadnos la fuerza y la voluntad para cumplirla. Si
este niño debe ser un motivo de pruebas
para nosotros, ¡que se cumpla vuestra voluntad!
Espíritus
buenos que habéis venido a presidir su nacimiento y debéis acompañarle durante su vida, no lo abandonen. Separad de
él a los Espíritus imperfectos que pudieran
inducirle al mal,
dadle fuerza para
resistir a sus sugestiones y el valor para sufrir con paciencia
y resignación las pruebas que le esperan en la Tierra.
OTRA ORACIÓN.
Dios mío, me habéis
confiado la suerte de uno de vuestros Espíritus, haz Señor, que sea digno del deber que se me ha impuesto,
concédeme tu protección, ilumina mi inteligencia con el fin de que pueda
percibir desde el comienzo las tendencias del que debo preparar para entrar en
tu paz.
OTRA ORACIÓN.
Dios de infinita bondad,
puesto que has permitido al Espíritu de este niño, que venga a sufrir
nuevamente las pruebas terrestres para hacerle progresar, dadle la luz a fin de
que aprenda a conocerte, amarte y adorarte.
Haced
por vuestro poder infinito, que esta Alma se regenere en el manantial de
tus divinas instrucciones, que bajo el
amparo de su ángel de la guarda, su inteligencia se aumente, se desarrolle y le enseñe el camino que conduce a
ti, que la ciencia del Espiritismo sea la luz brillante que lo ilumine para superar los escollos de
la vida, que sepa, en fin, apreciar la inmensidad de tu amor, que nos pone a
prueba para purificarnos.
Señor,
envía una mirada paternal sobre la familia, a que habéis confiado esta Alma,
para que pueda comprender la importancia
de su misión, y haced germinar en este niño las buenas semillas, hasta el día
en que él pueda, con el impulso de sus propias aspiraciones, elevarse por si
mismo hacia tí.
Dígnate,
¡oh Dios mío!, escuchar esta humilde
plegaria, en nombre y por los méritos
del que dijo: "Dejad venir a mí los niños, porque el reino de los cielos
es para los que se les parecen."